viernes, 30 de septiembre de 2011

Mi Momento

Lo confieso. Soy una persona muy rara. Pero esto me lo digo a mi mismo siempre. Pero ¿qué pasa si todos los raros son como yo y no lo decimos a los cuatro vientos y en verdad resulta que somos los normales? Pues empiezo confesándome yo. Una de mis "rarezas" es querer disfrutar del trayecto del bus SOLO, idas y vueltas. Escribiendo algo, repasando alguna lección o (my favorite) con música en el iPod, tal vez mala a veces, pero siempre analizándola y pensando en lo que quiere transmitir, en sus recursos o falta de recursos y casi siempre aprendiéndome la letra de las canciones que más me gustan. Solo Dios sabe cuánto me gusta cantar no solo en la ducha, que lo hago, sino todo el día, tanto que la gente ha llegado a preguntarme porque tarareo todo el tiempo. Creo que en estos 4 años he de haber aprendido más de 200 canciones solo en el bus camino a la universidad. Entiendo que viviendo en un colegio mayor, con la cantidad de gente que cogíamos el bus en la misma parada, me era muy difícil disfrutar de este momento, aunque en general lo lograba, pero ahora en un piso pensaba que me sería mucho más fácil. Mentira. Así que para evitar preguntas decidí que tenía que explicar a los que viven conmigo de mi extraño gusto. El por qué siempre me separaba y me sentaba solo. No lo entendieron. Alguno hasta me llamó egoísta. ¿Es que ese momento mínimo de mi día, en el que me gusta disfrutar solo de mis pensamientos, no puede ser mío? Casi todo el resto del día lo puedo pasar perfectamente con cualquiera, pero el bus es sagrado.

 Supongo que a mucha gente le gusta estar rodeada de personas en un grado normal pero a otras les debe aterrorizar el encontrarse un minuto solo. Yo alguna vez sufrí de esto. Pero llega un punto en el que uno debe no solo vencer el miedo a la soledad sino que debe aprender a disfrutar esos momentos de silencio con uno mismo. Esta es una de las razones por las que dejé mi Blackberry. No necesito un 24/7 de hablar con otro si me tengo a mí. A veces tu mismo te puedes hacer una conversación mental interesante, una discusión defendiendo diferentes puntos de vista a la vez, puedes ver pasar a personas que no conoces de nada e inventarte sus historias. Hasta puedes descubrir que tienes una mínima habilidad para la escritura. Hay tantas cosas que se pueden aprender de uno mismo cuando haces el esfuerzo de acercarte a ti mismo.

4 comentarios:

  1. Al final, cada cual tiene sus cadacualadas. Tu momento del bus es muy agradable, sobre todo si se tienen gafas de sol para observar todo con tranquilidad infinita. Por otro lado, es comprensible que no lo entiendan, pero bueno, mientras lo acepten, ya está.

    A mí me gusta engancharme los cascos con mi EXCELENTE música (si cuela, cuela), ponerme las gafas de sol (es que al tener cristal polarizado se ve todo como amarillo) y pasear. Me gusta ir mirando cosas –sean edificios, como baldosas– a las que, en otras circunstancias, no presto atención.

    Efesteviewonder, hay que aprender a estar solo o con la compañía de uno mismo, por decir. Al fin y al cabo, somos la única persona, ente, whatever del que no nos podemos despegar.

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  2. Tienes toda la razón. Hoy fue el colmo! Justo después de publicar este post voy al bus y uno que solo conozco de vista, que ni me se el nombre, se sentó a mi lado y claro... quería conversación. Así que para no ser borde tocó quitarse los auriculares y tener una "amena" charla. Pero bueno tampoco es para morirse, pero que no se acostumbre jeje

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  3. Jajajajaja! Te ha pillado de buen humor :P La soledad está bien siempre y cuando tengas ratos para socializar un poco, pero esos momentos también hay que disfrutarlos ^^ Si me cruzo contigo en el bus, tranquilo que tan sólo levantaré la cabeza para saludar jajajajaj!

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